Todos los martes y miércoles a las 10 de la mañana, desde Santa María Tulpetlac (Ecatepec, Estado de México), Don Florentino Juárez transmite en directo su programa para Sonideros.tv: un proyecto que desde hace 15 años promueve Luis Valdivia, mexicano radicado en los Ángeles California. Es un sitio web que transmite programas de música sonidera en directo; ofrece video podcast, información sobre eventos sonideros y muchas posibilidades de interactuar con los presentadores y otros oyentes. Es una más de las plataformas transnacionales que conecta a todos los seguidores de la música sonidera allá donde la emigración, por hambre o por amor, los lleve.
Desde 2010 , Don Florentino, líder
del Sonido Forys, pone
"salsa, cumbia, guarachas y música de la Sonora matancera". Interactúa
con los oyentes, hace complacencias y relata historias y anécdotas imperdibles
sobre el movimiento sonidero. Nunca ha visto en persona al creador de sonideros
TV. Sólo se han contactado por teléfono y por la red.
En 2015 Sonido Forys cumple 41 años de existencia y 5 transmitiendo en vivo a través de sonideros.tv. Por ese motivo, Don Florentino nos comenta algo de su intensa trayectoria como sonidero. Los dejo con él.
En 2015 Sonido Forys cumple 41 años de existencia y 5 transmitiendo en vivo a través de sonideros.tv. Por ese motivo, Don Florentino nos comenta algo de su intensa trayectoria como sonidero. Los dejo con él.
Los inicios como sonidero.
A mí siempre me gustaba todo lo relacionado a la música. Cuando era niño mi
papá tenía una consola: un mueble aparatoso
con radio, tocadiscos y sus bocinas. Ahí me inicié. Él la prestaba a sus amigos
y me enviaba a enseñarles cómo se operaba. En realidad me quedaba poniendo la
música. Como todo en el barrio es tomar, bailar y divertirse, mientras yo les
ponía la música, ellos, mareados por el alcohol, hacían cosas muy divertidas. Así
comenzó mi gusto por hacer bailar y disfrutar a la gente.
En 1974 una de mis hermanas cumplió
15 años. Mi hermano conocía un amigo en la colonia Gertrudis Sánchez en el D.
F. que tenía un sonido y lo contrató para amenizar la fiesta. Ese fue mi primer
contacto con un verdadero equipo de sonido. Fue tanto el impacto que prometí a mis
amigos que yo tendría un equipo mejor. Ellos se rieron de mí pero al finalizar
ese mismo año ¡ya lo estaba estrenando!!! Pero no sabía usarlo y se me quemó el mismo
día que lo compré. ¡Yo quería llorar! El mismo amigo que amenizó la fiesta de
mi hermana me ayudó a manejar el equipo de sonido sin pedir nada a cambio.
Entonces empecé a practicar y a perder el miedo al micrófono. De pronto surgió una
inquietud: ¿qué nombre llevará? Una noche se me ocurrió juntar las iniciales de
los nombres de mis hijos y mi esposa y el mío propio. De ahí salió el nombre
que hasta la fecha tiene: Sonido Forys.
Cuando recién armé mi sonido y mientras
lo probaba, un transeúnte se acercó y me preguntó cuánto cobraba por amenizar
una fiesta de 15 años para el día siguiente. No tenía ni idea y se me hizo fácil
decirle que 500 pesos. Me dijo que estaba bien, me dio un adelanto, la dirección
y al otro día ya no sabía qué hacer ni dónde meterme. ¡Ya no quería ir! Estaba
muy nervioso por mi debut. Solo me persigne y le pedí a Dios que me ayudara y,
bendito sea, todo salió bien.
Gracias a la última tecnología ahora
es más fácil operar un equipo de audio. La mayoría de aparatos
ya son digitales. Antes nos guiábamos sólo por el oído. Pero ahora ya tenemos más conocimiento. Uno de mis hijos estudió ingeniería electrónica y ahora es el encargado de ecualizar el sonido por medio de computadoras. Se convirtió en mi brazo derecho. Sin embargo, por razones de trabajo viaja mucho por los cinco continentes y ya casi no lo veo. Cuando necesito asesoría nos comunicamos por internet.
ya son digitales. Antes nos guiábamos sólo por el oído. Pero ahora ya tenemos más conocimiento. Uno de mis hijos estudió ingeniería electrónica y ahora es el encargado de ecualizar el sonido por medio de computadoras. Se convirtió en mi brazo derecho. Sin embargo, por razones de trabajo viaja mucho por los cinco continentes y ya casi no lo veo. Cuando necesito asesoría nos comunicamos por internet.
En 40 años nos hemos presentado en todo
el país. Con mayor frecuencia en Puebla, Pachuca, Toluca, Guanajuato, Querétaro,
Tlaxcala, Morelos, el Estado de México y el Distrito Federal.
Una de las características de mi
sonido es que logra transmitir la emoción que me provoca a mí mismo la música. Cuando
presento cada tema trato de describir con palabras su temática. Sé cómo animar
a la gente para que baile. También sé como recomendar cada tema. He tenido la
oportunidad de introducir por primera vez en México canciones que
posteriormente se convirtieron en éxitos, ocupando los primeros lugares de las radiodifusoras
por años enteros. Uno de esos temas que sonamos por primera vez fue "La colegiala", un
auténtico clásico de la música sonidera y de toda la cumbia.
Un día que celebré mi cumpleaños
invité a dos de mis amigos sonideros a tocar en la calle de mi casa. En esos
días había visitado Radio Voz, ubicada en las Lomas de Chapultepec en el D F., la
única radio que transmitía nuestros anuncios de bailes y que por aquellos años
estaba en su apogeo. Presenté algunos temas y se me ocurrió comentar lo de mi
cumpleaños. Entonces no llegaron los dos sonidos invitados. ¡Vinieron once y
todos con su equipo!. Fue algo nunca visto hasta entonces. Logramos reunir más
de 4000 personas un miércoles por la noche. Eso fue algo maravilloso. Nunca se
habían juntado tantos sonidos en un mismo evento. Y ver toda esa gente fue
impresionante. La compañía Peerles de México vino a regalar discos. No lo he
podido olvidar y creo que nunca lo olvidaré.
Las discográficas
En los años setenta las
discográficas nos regalaban discos de los grupos que tenían en su catálogo.
Cuando editaban un nuevo material, nos lo hacían llegar para promocionarlo en
los bailes. Después se instauraron premios y nos distinguían con el disco de
plata, el Tequendama de Oro o la Tairona de Oro, según la relevancia de nuestro
trabajo. En la actualidad cualquiera otorga un reconocimiento, para mi sin
validez pues no lo da alguna empresa con prestigio internacional.
Recibíamos mucho apoyo de disqueras
como la Peerless que
en aquél entonces estaba comandada por el Sr. Victor Nani. Gracias a él, el
movimiento creció enormidades. También nos ayudó el Sr. Marco Aurelio Torres de
discos Musart.
Nos apoyaron también la RCA Víctor, Discos Melody, Discos Gabal, la Capitol y
la SAR de México a través de su dueño, ese gran
compositor y cantante cubano, el Sr. Roberto Torres.
El Baile
No me considero bailador. A mí lo
que me fascina es poner la música y constatar que lo que a mí me gusta le gusta
a la gente. Para mí ha sido y seguirá siendo mi mayor gusto o placer hacer
bailar a la gente.
En los años setenta se bailaba en
la calle sin importarnos el polvo que se levantaba. Ahora las calles ya están
pavimentadas y los sonideros ya se escuchan en salones de baile. En ellos la
cosa es más tranquila y es más elegante pues la gente se viste un poco mejor.
Pero sigue habiendo bailes callejeros.
Algunos pasos característicos de la
música sonidera como el tibiri, en mi
opinión, vienen desde la época de las películas de Tin Tan en los
años cuarenta y cincuenta. Él era el clásico bailarín de barrio o tibiri como se le conocían desde tiempo atrás.
Basta checar como bailaba en
sus películas el gran pachuco de barrio.
Los pasos de baile son muchos y
variados. Los bailadores desde siempre van evolucionando sacando he inventando
pasos día con día. Es como la tecnología, no tiene un "stop". Lo más
lindo de todo esto es cuando a las fiesta asisten clubs de baile organizados.
Ellos le ponen el sabor a la tocada con sus evoluciones. Cada uno quiere
superar a otro demostrando con pasos quién es el mejor, por lo menos de esa
noche. Eso es fabuloso. Además es una forma de competencia muy sana porque
aunque no todo mundo es muy culto, lo que si hemos aprendido los mexicanos es
que la música es cultura. Siempre existe la competencia entre bailadores. Por
eso siempre están innovando. Eso lo hace más excitante.
En los años setenta lo que más se
bailaba era la cumbia. La salsa no era aceptada del todo en todos los barrios.
Posteriormente se popularizó. Pero aún ahora la salsa gusta más en el D.F.
mientras que en el Estado de México y en el interior gusta menos. Lo que pide
el bailador actual sobre todo es cumbia y guaracha. Ahí es donde sacan a
relucir sus mejores pasos. En general en las fiestas sonideras todo mundo baila
de todo, pero los clubs de baile suelen pedir números fuertes tanto de cumbia
como de guarachas, rumba, guaguancó y son montuno. También de salsa pero en
menor grado.
En la época de los ochenta
sobresalían el Club Manzanero, Club México de Tepito,
los Venados de la Raza
y el Club Santa Julia.
Después surgieron otros tantos como Chucho y sus Traviesos.
Estos son los que más recuerdo porque son y seguirán siendo los que marcan la
pauta. En la actualidad hay alrededor de 100 clubs de baile bien establecidos
Recuerdo que los gay y travestis han
estado presentes en los bailes desde los años setenta. A través del tiempo se
han ido agregando muchísimos más. Ellos son la sal y la pimienta en los bailes
sonideros. Tienen una forma de bailar un poco diferente que los distingue del resto y
la verdad casi en todos los bailes a los que asisten terminan llevándose la
noche. Tanto que hay muchísima gente que copia su forma de bailar.
Es posible ver hombres
heterosexuales que prefieren bailar con los travestis. Creo que es porque
bailan muy bien. Ellos se acoplan fácilmente y sacan los pasos que tu decidas
ejecutar a cada momento. Son tan buenos que causan envidia a muchísimas mujeres
y en ocasiones llegan a vestir y maquillarse mejor.
En la actualidad hay muchas parejas
de novios o esposos que van a los bailes sonideros, pero ellos en ocasiones
prefieren bailar con los gay. Pero sólo por sacar sus mejores pasos. Después ya
bailan con su pareja pero ya no se meten a la rueda que se forma para ver a los
clubs de baile. Nunca he escuchado que las mujeres se quejen de esta situación.
Los hombres cambian de pareja (sean gay o mujeres) en el transcurso de un tema
buscando quién baile bien, sea quien sea.
Su presencia en los bailes
sonideros colabora a la tolerancia social hacia este colectivo. Hoy en día son
un poco más respetados en todos los ámbitos. No sólo en los bailes sonideros sino
en su vida cotidiana. Yo pienso que son tan humanos como cualquiera. No hay que
discriminar a la gente ni por religión ni por su color. Si somos seres
pensantes no nos debe importar nada pues ante los ojos de Dios todos somos
iguales.