El “punto de inicio” de toda investigación es un problema de
investigación. Este se expresa a través de preguntas que reflejan nuestra
curiosidad sobre un tema determinado. Todas las lecturas, las entrevistas,
análisis, observaciones y demás actividades de investigación tendrán el
cometido de responder a estas preguntas. Si la pregunta está bien formulada,
entonces por sí misma generará nuevas preguntas relacionadas y sugerirá las
tareas de investigación necesarias para responderlas. Si la pregunta es
defectuosa, todo el proceso de investigación se puede venir abajo, por lo que
es necesario poner mucha atención en la formulación de preguntas de
investigación.
Es necesario aclarar que el método en la investigación
académica no constituye una inexorable hoja de ruta mecánica y lineal que se
debe seguir de principio a fin de manera irreflexiva. Toda ruta de
investigación tiene pliegues, momentos de inflexión en donde aparecen cosas no
previstas que nos obligan a cambiar de rumbo y reorganizar todo el proceso. En
toda investigación, las preguntas pasan por un proceso de “refinamiento” antes
de alcanzar una forma operativa (Andrews 2003, 4). Por esta razón, las
preguntas de investigación no constituyen un criterio coercitivo que determine
todo el trabajo de principio a fin. Pueden y deben cambiar a lo largo de la
investigación y muchas veces las preguntas iniciales desaparecen en favor de
otras mejor formuladas y más acordes con lo que estamos descubriendo. No es
infrecuente que las preguntas definitivas solo puedan expresarse correctamente
al final de la investigación. De este modo, las preguntas de inicio pueden
tener un valor heurístico, es decir, ser operativas para la generación de
ideas, aunque no necesariamente persistan hasta el fin de la investigación.
Por último, cuando hablamos de “punto de inicio” nos estamos
refiriendo también a un proceso formal que requiere de una investigación
previa, estudio, corazonadas e intuición. Si al inicio no existen preguntas o
no están suficientemente bien establecidas, entonces se puede comenzar por
intuiciones o lecturas, las preguntas ya irán apareciendo poco a poco.
Es muy común encontrarse con que lo que consideramos una
pregunta fundamental de la investigación, a la luz de lo que hemos descubierto,
de la información que hemos obtenido, o de las interpretaciones que hemos
realizado, poco a poco se desplaza a un sitio subordinado al final de toda la
pesquisa. Debido a que el proceso de investigación debe ser crítico, es
fundamental que el autor perciba cuando los resultados de su estudio le exigen
revisar la organización jerárquica de sus preguntas, transformar algunas,
sustituirlas o incluso excluirlas o cambiarlas por otras más productivas y
coherentes con la investigación.
En este apartado vamos a analizar las características de una
buena pregunta de investigación, qué elementos debe tener, cómo reconocerlas y
de qué manera se obtienen preguntas secundarias a partir de una pregunta
principal, estableciendo un orden jerárquico entre ellas que es fundamental
para la investigación. Luego presentaremos algunas estrategias prácticas para
la generación de preguntas de investigación.
1. Definiendo la
pregunta de investigación.
La pregunta o preguntas de investigación son la expresión
formalizada de los problemas o inquietudes que la investigación quiere resolver
o abordar. Articulan el conjunto de cuestiones, intrigas, dudas y curiosidades
que tenemos sobre el tema que investigamos. Las preguntas deben de ser
prácticamente solucionables y expresarse de manera clara y específica, sin
ambigüedades o contradicciones. Por supuesto, deben responder a los intereses
del investigador, pero también deben abordar inquietudes que otros miembros de
su comunidad académica consideren de interés, o asuntos cuya solución,
reflexión y tratamiento, signifique un aporte para ella: toda investigación se
inserta en un espacio social (comunidad científica o artística acotada o
sociedad en general). Se espera que la investigación revise críticamente lo que
se ha dicho o hecho sobre ese asunto y diga o haga cosas diferentes sobre el
mismo, o por lo menos que expanda esa mirada crítica.
Hay muchos aspectos que han de tomarse en cuenta para
definir una buena pregunta. Una buena pregunta debe resolverse dentro de
tiempos razonables o establecidos. Las fuentes de información deben estar
físicamente asequibles y ser manejables por el investigador, por ejemplo, deben
estar escritas en idiomas que conoce y cuyo lenguaje o construcciones teóricas
estén a su alcance. Una buena pregunta de investigación siempre necesita
compañía. Lo mejor es trabajar con varias preguntas relacionadas. Cada una de
ellas debe atender un problema de investigación a la vez y debe ocupar un lugar
preciso en una estructura jerárquica, donde la principal es la más importante y
de la cual deriven las posteriores. También es posible la aparición de
preguntas encadenadas: la respuesta tentativa a una pregunta puede dar lugar a
otras preguntas y así sucesivamente. En ocasiones, este sistema permite ir
acotando y perfeccionando paulatinamente la calidad de las preguntas de
investigación.
2. Buenas y Malas
preguntas de investigación
A continuación se sintetizan las características de una
buena pregunta de investigación:
• Refleja los intereses e inquietudes del investigador, está
vinculada a sus competencias y es relevante para su entorno.
• Su resolución es viable en el contexto en que se realiza
la investigación. Debe ser posible responder a la pregunta recurriendo a los
recursos disponibles y en los plazos establecidos.
• Permite trabajar inmediatamente.
• Genera más preguntas subordinadas o coordinadas.
• Sugiere las tareas de investigación especificas necesarias
para resolverla.
• Permite establecer criterios para evaluar si se ha
respondido adecuadamente o no.
En términos generales, los principales problemas al momento
de redactar preguntas de investigación suelen ser los siguientes:
• Preguntas demasiado vagas o amplias.
• Preguntas demasiado específicas que se agotan pronto y
puede ser que no soporten toda una investigación.
• Preguntas capciosas o falaces que intentan inducir un tipo
determinado de respuesta.
• Preguntas que no se refieren a problemas concretos.
Aquí una serie de preguntas improductivas. Supongamos que
estamos haciendo un trabajo de investigación sobre el flamenco. Estas serían
unas malas preguntas:¿Qué es el flamenco? ¿Qué significa y qué implica?
¿Cómo se practica? ¿Se practica bien? ¿Se puede practicar mejor? Este tipo de
preguntas pueden funcionar bien como parte de un ejercicio de brainstorm, pero
por sí mismas no son útiles para el trabajo de investigación.
Una pregunta de investigación mala o regular puede dar lugar
a buenas preguntas si la sabemos trabajar. Por ejemplo:
¿Cómo se relaciona la sociedad y los aspectos históricos de
la vida de Beethoven con sus obras? Para que la investigación pueda realizarse
en tiempos establecidos, esta pregunta tendría que acotarse a un período
concreto. Por ejemplo: ¿Cómo se vinculan los sucesos sociales tras la invasión
de Viena por Napoleón en 1809 con la composición de la sonata para piano nº 26
op.81a Les adieux?
¿Porqué hay tantas escuelas de flamenco en Japón? Esta
pregunta puede representar la curiosidad de un investigador, sin embargo, para
que sea operativa es necesario especificar un poco más el tema,
circunscribiendo nuestra investigación a un período y un lugar concretos:
¿Cuáles son las causas artísticas y sociales que han influido en la
proliferación de escuelas de flamenco en la ciudad de Tokio durante la última
década?
3. Generación de
preguntas de investigación.
Las preguntas de investigación no se generan espontáneamente
en el vacío de ideas y de experiencias. Difícilmente un investigador se
despertará algún día con la mente llena de preguntas si no ha adquirido
previamente un bagaje de conocimiento sobre el argumento de su interés. Es
preciso que el investigador alimente su curiosidad sobre un tema para que pueda
hacerse preguntas. Lo primero que se recomienda para este proceso es recopilar
y estudiar la información disponible sobre el argumento seleccionado. Las
fuentes pueden ser de diferente naturaleza, libros, artículos, grabaciones,
videos, workshops, películas, obras de arte, performance, charlas, sitios de
internet, etc. Por otra parte, será necesario desarrollar algún sistema
que permita documentar las ideas más importantes que se recaban durante el
proceso (apuntes, esquemas, etc.), con el objetivo de recuperar los datos de
las fuentes de información que pueden ser útiles. Cada investigador puede
inventarse su propio sistema, siempre que sea sistemático y coherente, aunque
es recomendable emplear sistemas estandarizados en otras disciplinas como las
fichas bibliográficas, véase Blaxter, Hughes, and Tight (2005) y Rojas Soriano
(2006).
Como ya se ha dicho, las preguntas iniciales irán
transformándose hasta convertirse en preguntas operativas para el proyecto.
Cuando comienzan a surgir las preguntas, es necesario establecer una jerarquía
entre ellas.
A continuación, se sintetizan algunos consejos prácticos
para la elaboración de preguntas de investigación:
• Recolectar información sobre el tema elegido y desarrollar
sistemas para registrar las ideas principales.
• Es aconsejable desarrollar algunos ejercicios de
brainstorm que permitan identificar y acotar el foco de interés. Estos
ejercicios se pueden realizar en distintas fases del proceso de investigación.
• Las preguntas deben reflejar las inquietudes del
investigador y precisar el tema a estudiar. Se han de evitar las preguntas
vagas, excesivamente generales o demasiado específicas.
• Las preguntas van cambiando durante el proceso de investigación.
Otro ejemplo de preguntas de investigación:
Hace unos años trabajé sobre la música en internet,
específicamente con Videomemes.
Para desarrollar el proyecto partí de las siguientes preguntas fundamentales:
1. ¿Qué es exactamente un videomeme musical?
2. ¿Cuántas clases de ellos existen?
3. ¿Cuáles son sus mecanismos de acción?
4. ¿Cómo son sus procesos de producción-reproducción-propagación?
5. ¿Qué motiva a un usuario/a de la red a descargar, modificar
y volver a subir a internet un videomeme musical?
Estas preguntas resultaron muy productivas. Mira la siguiente sección para observar cómo se coordinan estas preguntas con sus respectivas tareas de investigación.
Referencias
Andrews,
Richard. 2003. Research Questions.
London; New York: Continuum.
Blaxter,
Loraine, Hughes, Christina, y Tight, Malcolm. 2005. Cómo se hace una
investigación. Barcelona: Gedisa.
Eco, Umberto. 2001. Cómo se hace una tesis. Barcelona: Gedisa.
López-Cano, Rubén, y Úrsula San Cristóbal. 2014. Investigación
artística en música: problemas, métodos, paradigmas, experiencias y modelos.
Barcelona: Fonca-Esmuc.
López-Cano, Rubén. 2019. «“The Who live in Sinaloa”: Videomemes musicales, punctum, contrapunto cognitivo y lecturas oblicuas». Artículo enviado para su publicación.
López-Cano, Rubén. 2019. «“The Who live in Sinaloa”: Videomemes musicales, punctum, contrapunto cognitivo y lecturas oblicuas». Artículo enviado para su publicación.
Rojas Soriano, Raúl. 2006. Guía para realizar investigaciones sociales.
San Rafael: Plaza y Valdés.