Festival Cumbia Ya!
Del 13 al 15 de octubre de 2011 se
celebró en la ciudad de Bilbao en el País Vasco, “país tropical” (Héctor Fouce
dixit) el festival Cumbia
Ya! En él se dieron cita algunos de los músicos, promotores y
estudiosos más destacados de la escena cumbiera internacional actual.
La cumbia es un género originario
del norte de Colombia y de Panamá que combina rasgos musicales indígenas,
negros y españoles. Hacia los años cincuenta del siglo XX, después de su
urbanización y modernización al calor del mambo y otras músicas caribeñas,
comenzó su incansable difusión por toda Hispanoamérica. Ahora es el género
bailable más apreciado y practicado en ese lugar y por sus nativos desperdigados
por el mundo. Actualmente existen importantes escenas de cumbia en los Estados
Unidos y en Europa sus ecos son cada vez mayores.
Un atractivo interesante de Cumbia
Ya! fue su intento de articular en un mismo evento conciertos, filmes y
documentales, una exposición y discusiones académicas. Este formato no es común
y evidentemente es necesario explorarlo a profundidad. Hay que propiciar que
los devaneos teóricos se muevan un poco más allá de los cerrados círculos
académicos y que estos últimos se empapen de un poquito de realidad. El esfuerzo
de Cumbia
Ya! seguramente se puede mejorar. Quizá los espacios, formatos y momentos
elegidos para la actividad académica no hayan sido los adecuados (instalaciones
universitarias un tanto alejadas de alumnos, público… y ¡cumbieros!); pero
hemos aprendido mucho de este importante ejercicio.
Decisión importante de los organizadores: en las mesas de reflexión coincidieron teóricos, músicos y promotores. Muy importante es resaltar que la cercanía, gentileza y sobre todo, la convivencia de todos los panelistas durante todo el evento propició que se estableciera un interesantísimo diálogo horizontal, sin jerarquías y con mucha libertad que nos evitó los desplantes, resquemores, poses, actitudes autoritarias y otro tipo de sin sabores que estas combinaciones suelen detonar. Es necesario fomentar este tipo de diálogo para generar un nuevo conocimiento sobre la música.
El festival estuvo comisariado por un
cumbialatinoamericanizado Iñigo
Barandiaran aka Sonido Popular. Los
académicos invitados incluyeron a Darío
Blanco Arboleda (Universidad de Antioquia, Colombia) que hizo un certero
recorrido por la historia de la cumbia; Cathy Ragland
(Universidad de Texas-Pan American)
expuso el papel de la cumbia en los procesos migratorios de latinoamericanos en
los Estados Unidos. Su visión teórica de lo que el proceso de diáspora
teóricamente debe ser, se contrapuso en varias ocasiones con mi modesto
testimonio de lo que veo que sucede en España. Esto seguramente nos llevará a
más y más diálogo fructífero. Marco
Ramírez del Proyecto sonidero
(México) presentó una entrañable historia de vida que mostró a la perfección el
papel de la cumbia en la vida de las personas. A mí me tocó hablar
en nombre del grupo de trabajo CumbIASPM-AL[1] para dar una breve oteada
a escenas actuales de cumbia en Latinoamérica y algunos casos de su apropiación
y rechazo por naciones, diferentes clases sociales o por las identidades de
género emergentes.
A la mesa final se incorporaron Sara Brito una de
las responsables del Festival
CHICO-TRÓPICO de Madrid que habrá que seguir
muy atentamente por lo que está haciendo en el ámbito de las músicas latinas en
España y Don Manuel
López, Dj o Sonidero de Sonido
Sonoramico. Los intercambios fueron dinamizados por Diego Ibáñez,
músico y productor mexicano.
Caballito Djs |
Los conciertos estuvieron a cargo de grupos importantes como las Kumbia Queers, cumbia-punk que con sus covers de canciones que inciden habitualmente en lo heteronormativo, sacan de la cumbia de su sitio de masculinidad latina exacerbada para cantarle a otras identidades sexuales. Su directo en el interesante espacio BilboRock fue estupendo y atrajo a una parte importante de la escena lésbica bilbaína.
La intervención de Vjs Kumbiera nos
mostró sus “proyecciones imposibles”. Los Caballito djs
de Granada entendieron estupendamente el sonido de la vieja cumbia de los
cincuenta y cómo mezclarlos con ritmos actuales. Don Manuel López no paraba de
meterse conmigo en la muestra de la performance
del Sonido Sonorámico.[2] El argentino El
Hijo de la Cumbia
mostró que viene de buena cuna y el Sonido
desconocido II nos sorprendió de incógnito. El programa de conciertos
lo cerró el gran Celso Piña que
emblematiza la transnacionalización de esta música con su grito: “pura cumbia
colombiana desde Monterrey, Nuevo León”.[3]
En la sección de audiovisual se proyectaron los filmes Proyecto Sonidero (realizado ex profeso para estas jornadas); Totó la Monposina, una voz para Colombia (Catalina Villar, 1999, Colombia, 52min) y El acordeón del diablo (Stefan Schwietert, 2005, México, 90min).
Las jornadas se complementaron con la
exposición del Proyecto
Sonidero que a partir de fotos, cubiertas de vinilos, equipos de
sonido, etc. muestra algo del movimiento sonidero de México. Es importante
subrayar que en este montaje intervinieron artistas, gestores, trabajadores
sociales, antropólogos etc. Una muestra de los campos de intercambio interdisciplinar
tan comunes en nuestros días.
[1] Equipo de trabajo formado por miembros de la Rama
latinoamericana de la IASPM. Sus integrantes son Eileen Karmy y Antonia
Mardones (Colectivo Tiesos peroCumbiancheros, Chile); Malvina Silba (UBA, Argentina), Pablo Alabarces
(UBA, Argentina); José Juan Olvera (Universidad Regiomontana, México); Carlos
E. Balcazar P. (UNP, Colombia-Argentina); Alejandro Madrid (U. de Chicago,
México-USA); Julio Mendivil (U. de Klön, Perú-Alemania) y Rubén López Cano
(ESMuC, México-Spain).
[3] Ciudad mexicana fronteriza con Estados Unidos en cuyos
cinturones de barrios pobres ha arraigado un estilo de música colombiana muy
particular. Intentamos bailar en su estilo pero creo que no
lo logramos.
Este obra de Rubén López Cano está bajo una licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.