Para las conclusiones
toma esto en cuenta:
Coordina las conclusiones con la introducción. Son las dos
últimas secciones de todo trabajo de investigación que se revisan. En la
introducción prometes cosas. En las conclusiones resumes los resultados de las
cosas que prometiste. Sigue la misma estructura argumental de la intro en las
conclusiones. Ahí revisas confirmando que los aportes que realizas en la
investigación son pertinentes para resolver los problemas planteados en la
introducción.
También es conveniente, cuando se trata de trabajos de
primer y segundo ciclo, que reconozcas los límites de tu trabajo, en qué falló, qué aspectos no contemplaste (eso es también conocimiento generado por la investigación) y
que prepares la agenda de preguntas de investigación que ahora emprenderías: la
conclusión debe abrir nuevos caminos para nuevas investigaciones.
En muchos momentos la introducción y las conclusiones dicen
cosas parecidas. Pero en la primera aparecen en forma de preguntas,
aspiraciones, metas, objetivos. En la segunda son resúmenes de lo dicho,
experiencia y conocimiento adquirido. Sea como sea debes gestionar ambas secciones de tal suerte que el o la lectora no sienta que leyó lo mismo. En las conclusiones deber aportar un pequeño plus de información no contemplada en la introducción.
No dudes en ajustarlas: pon en último momento en la
introducción algún elemento que descubriste tardíamente, que no habías
contemplado, pero que debería aparecer como tus intrigas de inicio. Si figura
en tus conclusiones debería estar en forma de pregunta o meta en tu introducción.
Y borra aquello que no aportó nada sustancial y no deja conclusiones. Sin embargo, no dudes tampoco en dejar algo sorprendente para las conclusiones. Algo que matice o corrija algo de la introducción, pero sin caer en contradicciones o promesas no cumplidas.
Sobre tus objetivos.
Verifica que realmente cumpliste con todos ellos. Si es
necesario modifica, cambia o quita alguno de ellos.